Una de las aventuras más divertidas que pude tener en los Boys Scouts, Manada 317 fueron cada una de las salidas. Esta vez nos fuimos para Caguas, en un recorrido un poco fuera de lo normal, entre la diversión llega la instrucción. Líder al fin de unos Lobos, que no hicimos. Nos dio tiempo para todo y todos. Son experiencas que jamás se borrarán de mi vida. Al ver las fotografías vivo cada uno de los momentos como si hubiese sido ayer.
Cuando esos niños se conviertan en adultos, tendré la certeza que se recordarán de todas las aventuras que en algún momento tuvimos la oportunidad de vivir. Los llevo arraigados en mi corazón hasta el día de mi muerte.
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