Isla de Cardona, Ponce

Al sur de Ponce se encuentra Isla de Cardona, también llamada Sor Isolina Ferré.  Llegamos en una embarcación privada que salió de La Guancha a las 8:00 de la mañana, navegamos alrededor de 10 a 15 minutos aproximadamente.  Al llegar a la isla me percato que no tiene muelle, por lo que lo hace sumamente interesante el bajarte de la embarcación, no hay otra opción que tirarte... así que ni se te ocurra ir con blower, Yo lo hice y ¿qué pasó? terminé llena de arena, divertidísimo por demás.

La historia es increíblemente interesante, hasta mediados del siglo 19 Cardona fue utilizada esporádicamente como centro de cuarentena durante epidemias. ¡Quién sabe cuántos puertorriqueños pasaron sus últimos días desterrados en la soledad! La isla fue inscrita en el Registro Nacional de Lugares Históricos de Estados Unidos el 22 de octubre de 1981. Posee un faro llamado "Faro del Puerto de Ponce" o "Faro de Cayo Cardona". El gobierno español decidió construir el faro debido, en parte, a que esta isla era uno de los principales obstáculos a la navegación por el área. Es el único faro de 6to orden en Puerto Rico con una torre cilíndrica adjunta. Es el primer faro instalado bajo el dominio español en 1889 y automatizado en 1962. En 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, su uso fue descontinuado, pero se encendió de nuevo el 10 de noviembre de 1943. El Faro sigue siendo una ayuda activa a la navegación y actualmente funciona con una linterna energizada por paneles solares. Cardona puede observarse desde los elevados de la carretera número 2 cerca de Ponce y desde la torre de observación de La Guancha.

Pero a lo que vinimos, me escapé en un fin de semana para celebrar mi cumpleaños junto a mis amistades, no deben faltar por supuesto, Saed y Hemmyr.  Nos fuimos a explorar cada uno de los rincones de tan pequeña isla.  Increíblemente, el hacer 'snorkeling" fue una experiencia divina, el ver tantos peces coloridos, tiene un enorme arrecife, el agua, cristalina.  

LLegamos al faro, impresionante ver el estilo de su construcción, lástima que los vándalos hayan hecho de sus paredes y tablón de edictos, sin saber que están dañando lo más preciado de nuestra historia.  Al subir, se va escuchando como el mar azota en el arrecife.  En cierto punto nos quedamos solos y se puede escuchar sonidos que aun desconocemos de donde provienen.  

Te invito a que disfrutes de esta y más bellezas que tiene nuestra Isla del Encanto, Puerto Rico.