Y caminando por Arecibo, Hemmyr me había comentado de un manantial que le encantaba ir ya que tenía un tubo en el cual puedes cruzarlo de un lado a otro. Yo no soy muy partícipe de eso, sin embargo, les doy la oportunidad de realizar sus actividades sin que su vida esté en riesgo.
Mientras caminábamos camino al Manantial de Arecibo tuvimos la oportunidad de ver el avión que tira a los clientes en paracaídas. Es una de esas aventuras que aún no estoy lista a realizar. No obstante, no la descarto.
Y llegamos, las pocas personas que allí se encontraban, casi casi iban recogiendo sus pertenencias.
Nos acomodamos en un espacio, comenzó a llover, no importa, como quiera nos íbamos a mojar. Así que, pa luego es tarde. En el proceso de ir entrando al manantial estaba nadando junto a nosotros una tortuguita. Ella muy divertida por demás 😉.