Casa de Campo, Puerto Rico

Como de costumbre, es importante desconectarse de lo cotidiano, lo habitual, la rutina.  Al momento, nos encontramos lugares mágicos, remansos de Paz.  Y es que en momentos alegres, seguimos disfrutando de las bellezas que Puerto Rico tiene para ofrecernos.

Mochila en mano, como para no perder la costumbre, nos adentramos al campo.  Y es que, vivimos en el campo, no obstante, estamos en el área metro.  Y es importante, llegar y escuchar sólo a los pajaritos cantar.  Sentir la brisa fría y oler, oler lo rico de vivir en el campo.

Al paso, llegamos sin problema alguno al lugar que por 4 días se estaría convirtiendo en nuestro hogar.

¿Qué hicimos? De todo, desde dormir tarde, comprar pan en el colmado de la esquina, hablar con los que viven allí, sentarnos frente a la fogata mientras comíamos marshmallows.  

Una experiencia única, exquisita, espectacular.  La compañía, un retiro en todos los sentidos de la palabra.

  

 

Kioskos, Luquillo

 Y es que fue un domingo completamente anormal.  La pregunta ¿qué vas a hacer? ¿qué tenemos pendiente?  

De inmediato, mi postura, estoy super cansada, fue un viernes y sábado intenso en el cual no puede o no existe evidencia alguna.  Así que, seguimos disfrutando de todas las aventuras que nos provee la vida.  No hay nada más placentero, LA SOLTERIA.  Es un sentimiento de libertad, Amor Propio y entrega a uno mismo.

Nahhhhh... nadie tenía muchas ganas de conducir.  Así que el punto de encuentro, los Outlets de Canóvanas.  Fue entonces que comenzó la inspección debidamente de la gastronomía y del alcohol propiamente por Loíza, Río Grande y finalizando en Luquillo.  El tapón estaba, ON FIRE...

Y es que es otro Secret Spot, en donde - ¡Oye! hace tiempo no te vemos, ¿cómo te ha ido? fue el recibimiento, claro, sí a mí.  Y a repartir besos de lejitos.  

Así fue como conocimos a una pareja exquisita, espectacular y divina, Tina y Emilio, de qué no hablamos.  Y es que pasamos una tarde indescriptible.  Los demás integrantes del grupo se mantuvieron fuera del alcance de las Redes Sociales.  

Y seguimos disfrutando.  De forma ordenada y decente.  Claro, ya que hay que mantener la postura, la firmeza y la compostura.  Sin dejar atrás las convicciones.  

...de vuelta pá la vuelta - Mark Anthony y Daddy Yankee

Cuando se está impuesta a estar disfrutando de cada uno de los atractivos que tiene Puerto Rico, basta con sólo tener las amistades adecuadas para disfrutar del excelente paraíso.  Y así fue o siempre ha sido ¿qué vas a hacer en este fin de semana? Bueno, depende ¿para dónde es que es?  Vamos a dar una vueltita por ahí descapotao's.  Por supuesto, que para luego es tarde.  Basta con sólo un pantalón corto, bloqueador, una muda de ropa en una mochila, el cooler, la neverita y si acaso unas merienditas.  Y nos fuimos.

Y es que de mis amistades varones,  mi círculo es sumamente cerrado, el es quien más ha estado al pendiente de mí en todos y cada uno de los aspectos.  Ese fin de semana nos fuimos desde viernes hasta el lunes de madrugada.  Por aquí y por allá.  Llegamos siempre al lugar, identificamos la mesa perfecta, siempre un  alrededor y de ahí a inspeccionar la gastronomía puertorriqueña.  Y entre conversaciones profundas y sin importancia, nos hemos reído tanto que se pierde la noción del tiempo.  Me hacía mucha falta compartir con mi súper extra amigo del alma.  No creo que nadie pueda entender tan hermosa amistad.  Por eso ambos seguimos solteros pero disfrutando cada quien de su espacio.  Siempre encontramos un fin de semana, ese se convierte en  el INTENSO.  El con sus aventuras con los carros y motoras.  Yo con mis aventuras académicas.  Es que, no me falta absolutamente nada.  Bueno, sí un poco de espacio en el estómago porque le encanta comer.  Y me dice que estoy flaca, que no me estoy alimentando bien.  

Y comenzamos en Río Grande, no recuerdo el últmo destino.  La puesta del sol fue en una Villa Pesquera por el sur de Puerto Rico.  Fue curioso, al llegar al lugar, era como si nos conocieran.  Todos se quedaron mirando, que me resta, arreglarme la gorra, soltarme el pelo y bajarme sonriéndome.  Seguimos escribiendo aventuras todos los fines de semana.  

Ya que... a disfrutarlo

Toro Verde, Orocovis

En celebración de los 13 años de Hemmyr nos fuimos con la idea de tirarnos en paracaídas...digo tirarnos porque tenia la certeza de lograr semejante hazaña.  No se pudo completar ya que es a partir de 18 años en adelante y con autorización de ambos padres 😳.  Así que, todavía tengo 5 años para lograrlo a menos que lo haga primero ✌️.

Nos levantamos temprano, desayunamos con unas viejas amistades, cada quien emocionado, desde  el pasado año no veían “al nene”. Aunque están pendientes por las redes sociales. 

Curiosamente, estuvieron presentes en todas las etapas desde la noticia de mi embarazo hasta el último cumpleaños en Altitude Trampoline Park.  Usualmente, El Monte es lo que nos une.  Estuve un poco alejada de lo SILVESTRE.  Poco a poco de vuelta a mis actividades cotidianas de fin de semana.  Ahhh y comenzamos a volar.  Hacemos honor al Blog - AQUÍ Y ALLÁ 😉.  No hay nada más gratificante que expandir los horizontes sin tener que esperar.  Un bulto, dos mudas de ropa y por supuesto el traje de baño.  De ahí, si hay que dormir en el piso, se hace.  Como dice Hijos del Cañaveral, está raza siempre es brava y nos enjuagarnos con sal y agua dulce, limpia las “malas vibras”.

De todas maneras, ya a medio día en Orocovis comenzamos la travesía.  Esta vez, mejores preparados pudimos disfrutar todos los ziplines y el MONSTRUO.  VAMO’ AL MAMBO.  Y así fue. 

Seguimos celebrando la VIDA, la PAZ y el AMOR.